RESIDENCIA EXCLUSIVA EN SIAN KA’AN, RODEADA DE NATURALEZA Y MAR.

Esta residencia se encuentra inmersa en un entorno natural incomparable, donde cada espacio ha sido construido con materiales locales y sostenibles que armonizan con la selva y el mar, creando un ambiente acogedor y sofisticado. La propiedad abarca 3.9 hectáreas (9.64 acres) y cuenta con 393.12 m² (4,232 Ft2.) de construcción.

La casa ofrece 4 recámaras con baños completos: dos con cama queen size y dos con dos camas matrimoniales cada una, ideales para alojar a familias o grupos de amigos. La sala y el comedor han sido diseñados para la convivencia, mientras que la terraza con cómodos sillones permite disfrutar de vistas únicas al mar y la laguna.

La alberca con frente de playa, los senderos rodeados de vegetación y las hamacas junto al mar invitan a la relajación. También se puede acceder a la laguna, un espacio fascinante para explorar la biodiversidad en kayak, bicicleta o snorkel.

Desde esta villa se contemplan vistas inigualables: hacia el mar, una bahía tranquila; hacia la laguna, la isla de los pájaros, hogar de fragatas, garzas, pelícanos y más. Además, a pocos metros se encuentran corales ideales para snorkelear y el sitio conocido como la piscina natural, perfecto para atardeceres inolvidables.

Vivir en esta residencia es adentrarse en la esencia de Sian Ka’an, la reserva ecológica más importante de la Riviera Maya y declarada Patrimonio de la Humanidad. Un entorno único donde la naturaleza es la protagonista: el sonido de las olas, la brisa fresca entre la vegetación tropical y el vuelo de aves exóticas acompañan cada instante de la vida diaria.

El ambiente que rodea la propiedad es un santuario de tranquilidad, ideal para quienes buscan un estilo de vida exclusivo en contacto con el mar y la selva. Desde el deck principal se aprecian amaneceres que iluminan el Caribe con tonos dorados, mientras que los atardeceres se disfrutan desde el muelle privado en la laguna o el asoleadero de la azotea. Frente a la villa se extiende una playa interminable y a pocos metros, arrecifes de coral que ofrecen escenarios perfectos para el snorkel.

El diseño arquitectónico se integra de manera armónica con el paisaje, logrando un balance entre sofisticación y respeto por la naturaleza. La gran palapa de la sala, con vistas abiertas al mar, se convierte en el corazón de la casa: un refugio donde lujo, exclusividad y naturaleza crean un oasis inigualable en la Riviera Maya.

Para mí, esta casa es un verdadero santuario. Despertar frente a una bahía tranquila, rodeado por aves y naturaleza, es un privilegio. La cercanía a Punta Allen, los arrecifes y la piscina natural hacen de cada día una aventura. Es vivir en lujo, armonía y absoluta privacidad.