Vivir en Bosques no es sólo habitar un espacio: es pertenecer a un mundo a mi medida.

En el corazón del Club de Golf Bosques, este Garden House —resultado de la unión de dos residencias— ofrece más de mil metros cuadrados que miran de frente al campo, donde cada amanecer se desliza entre el verde y el silencio.

Diseñado para quien aprecia la calidad invisible, cuenta con tres recámaras amplias, tres baños y medio, y una suite principal con jacuzzi, vestidor de madera y piel, y calefacción de piso. Cada rincón respira elegancia: un estudio forrado en madera y cuero, cava climatizada para más de trescientas botellas, cantina con barra, y un sistema inteligente que controla luces, cortinas y temperatura.

La cocina es completamente nueva, acompañada de una despensa generosa y un clóset exclusivo para vajillas. El comedor, pensado para doce comensales, se abre a dos salas con chimeneas, un espacio de billar y jardines que invitan a largas conversaciones. En la terraza posterior —con su mesa de mármol, bancas y una escultura de Nicki— el paisaje del campo de golf se convierte en parte del hogar.

El conjunto incluye también un pequeño departamento independiente junto al elevador, ideal para personal de servicio o escolta; dos bodegas (una de ellas de gran tamaño) y diez lugares de estacionamiento. Todo protegido por un sistema de cámaras internas y alarma integral.

Vivir aquí es disfrutar de la tranquilidad absoluta sin renunciar a la sofisticación. El Club de Golf Bosques ofrece amenidades inigualables: un campo de campeonato, casa club con restaurantes de alta cocina, spa, albercas, canchas, gimnasio y servicios de primer nivel en un entorno natural cuidadosamente diseñado.

Este Garden House es tanto un hogar como una declaración de elegancia y pertenencia.