Exclusivo: Esta excepcional propiedad de 608 m² está perfectamente ubicada en la Calle 49, en el codiciado barrio de Santa Ana, a solo una manzana del animado corredor de restaurantes de la Calle 47, a dos manzanas del bellamente restaurado Parque La Plancha y a tres manzanas del elegante Paseo de Montejo. La ubicación por sí sola la sitúa en el corazón de la zona más deseada y de mayor plusvalía de Mérida, rodeada de alta cocina, hoteles boutique, galerías de arte y casas coloniales bellamente restauradas.
La distinguida presencia de la propiedad comienza en la calle con su magnífica fachada antigua de estilo francés, uno de los vestigios arquitectónicos más elegantes del pasado histórico de Mérida. Las dos primeras filas de la estructura original permanecen prácticamente intactas, mostrando techos altos sostenidos por vigas de hierro, exquisitos pisos originales de pasta y sólidas puertas de madera que se abren a interiores espaciosos llenos de luz natural. Una cocina moderna se ha incorporado de forma fluida en la segunda fila, aportando funcionalidad y comodidad sin comprometer la auténtica atmósfera colonial.
Más allá de la sección frontal original, las adiciones posteriores incluyen un espacioso ala de dos pisos con dos dormitorios y una casita independiente en la parte trasera de la propiedad. Estos espacios ofrecen una enorme flexibilidad para su reurbanización, ya sea como suites adicionales para huéspedes, un estudio privado o unidades de alquiler independientes. La distribución ofrece infinitas posibilidades de diseño para su restauración o transformación en un hotel boutique, una residencia privada de lujo o un elegante negocio comercial.
El profundo jardín tropical es un oasis inesperado de paz y sombra. Palmeras maduras y una exuberante vegetación crean una sensación de privacidad y serenidad, realzada por una piscina elevada con acabado chacum que capta la luz de forma hermosa. Una encantadora palapa en el extremo más alejado del terreno ofrece un espacio de reunión fresco, ideal para cenar o entretener al aire libre. El ambiente es tranquilo y acogedor, lo que hace que sea fácil imaginar largas tardes junto a la piscina rodeado de vegetación.
Aunque es totalmente habitable en su estado actual, la propiedad merece una inversión meditada para restaurarla a todo su potencial. La estructura arquitectónica, la ubicación y la escala la convierten en una oportunidad extraordinaria para compradores exigentes que busquen crear algo extraordinario, ya sea una casa privada, un proyecto de hostelería boutique o un espacio de uso mixto que combine el encanto histórico con la sofisticación moderna.
Es muy raro que una propiedad combine una ubicación tan privilegiada en Santa Ana, la integridad arquitectónica original y el potencial de reurbanización. Esta es una oportunidad única para adquirir una de las verdaderas joyas del Centro en el corazón del barrio más vibrante y prestigioso de Mérida.